PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN: APROXIMACIÓN A LOS OBJETIVOS Y CONTENIDOS DE LA PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
La psicología de la educación responde al convencimiento de que la aplicación coherente de los principios psicológicos puede ser altamente beneficiosa para la educación y la enseñanza. Esta psicología no configura un ámbito propio de conocimiento, sino que es el resultado de una especie de selección de los principios y explicaciones que proporcionan otras parcelas de la psicología (psicología del aprendizaje, del desarrollo, de las diferencias individuales de la motivación. Por lo tanto es una disciplina con programas de investigación, objetivos y contenidos propios
LA psicología desde el campo de la educación se nutre de tres áreas:
1. Las investigaciones experimentales del aprendizaje.
2. El estudio y la medida de las diferencias individuales y
3. La psicología del niño.
Se tiene convencimiento de que la psicología de la educación – entendiendo por tal básicamente las tres áreas mencionadas va a permitir que la pedagogía alcance un estatuto científico.
Cuando se inicia la década de los cincuenta, la ausencia de una definición conceptual clara y precisa en contraste con el reconocimiento oficial del que goza. Sus límites se van desdibujando y se hace cada vez más difícil precisar su objeto de estudio. La psicología educacional pierde su identidad.
Hacia mediados de la década de los cincuenta emergen una serie de disciplinas que van a cuestionar el protagonismo de la psicología, no, “la reina” de las ciencias de la Educación. Principalmente sociología de la educación, la economía de la educación, la educación comparada y la planificación educativa ponen de relieve la insuficiencia del análisis psicológico para la comprensión global de los fenómenos educativos.
El final de la guerra fría produce un interés por los temas educativos y hace posible un incremento espectacular en los recursos económicos y humanos dedicados a la investigación y a las reformas en este campo. La psicología educacional se beneficiará con esta inyección de recursos. Pero la existencia de otras disciplinas obliga aceptar la necesidad de un planeamiento multidisciplinar en el análisis de los fenómenos educativos y a precisar su propio objeto de estudio.
Durante los años setenta con el creciente de la psicología cognitiva en la explicación del aprendizaje, lo que favorece una aproximación entre la psicología del aprendizaje y la psicología de la instrucción. Que es uno de los enfoques dominantes de los años ochenta.
Tras la crisis económica a partir de 1975 se cuestiona la utilidad de gran parte de la investigación educativa y, en lo que concierne a la psicología de la educación, se pone en duda su capacidad para fundamentar científicamente “el arte de la enseñanza”. Se acepta que las expectativas no se han cumplido con la psicología y se abre un periodo de reflexión sobre los fundamentos de la psicología de la educación y de búsqueda de alternativas.
LA psicología desde el campo de la educación se nutre de tres áreas:
1. Las investigaciones experimentales del aprendizaje.
2. El estudio y la medida de las diferencias individuales y
3. La psicología del niño.
Se tiene convencimiento de que la psicología de la educación – entendiendo por tal básicamente las tres áreas mencionadas va a permitir que la pedagogía alcance un estatuto científico.
Cuando se inicia la década de los cincuenta, la ausencia de una definición conceptual clara y precisa en contraste con el reconocimiento oficial del que goza. Sus límites se van desdibujando y se hace cada vez más difícil precisar su objeto de estudio. La psicología educacional pierde su identidad.
Hacia mediados de la década de los cincuenta emergen una serie de disciplinas que van a cuestionar el protagonismo de la psicología, no, “la reina” de las ciencias de la Educación. Principalmente sociología de la educación, la economía de la educación, la educación comparada y la planificación educativa ponen de relieve la insuficiencia del análisis psicológico para la comprensión global de los fenómenos educativos.
El final de la guerra fría produce un interés por los temas educativos y hace posible un incremento espectacular en los recursos económicos y humanos dedicados a la investigación y a las reformas en este campo. La psicología educacional se beneficiará con esta inyección de recursos. Pero la existencia de otras disciplinas obliga aceptar la necesidad de un planeamiento multidisciplinar en el análisis de los fenómenos educativos y a precisar su propio objeto de estudio.
Durante los años setenta con el creciente de la psicología cognitiva en la explicación del aprendizaje, lo que favorece una aproximación entre la psicología del aprendizaje y la psicología de la instrucción. Que es uno de los enfoques dominantes de los años ochenta.
Tras la crisis económica a partir de 1975 se cuestiona la utilidad de gran parte de la investigación educativa y, en lo que concierne a la psicología de la educación, se pone en duda su capacidad para fundamentar científicamente “el arte de la enseñanza”. Se acepta que las expectativas no se han cumplido con la psicología y se abre un periodo de reflexión sobre los fundamentos de la psicología de la educación y de búsqueda de alternativas.
CONCEPCIONES ACTUALES DE LA PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
Psicología aplicada a la educación. El cometido esencial de la disciplina consiste entonces, en extraer del conjunto de conocimientos que proporciona la psicología científica, los que pueden resultar relevantes y pertinentes para la educación y la enseñanza.
Lo que caracteriza a la psicología de la educación no es la naturaleza del conocimiento que meneja, sino el hecho de aplicarlo a los fenómenos educativos.
Los extremos que representan los dos grandes grupos de concepciones precedentes, encontramos las propuestas que conciben la psicología de la educación como una disciplina puente entre la psicología y la educación, con un objeto de estudio, unos métodos y unos macos teóricos y conceptuales propios.
Por otra parte la psicología de la instrucción participa de las características de las llamadas ciencias del diseño o disciplinas tecnológicas y no se limitan a describir y explicar su objeto de estudio, sino que además elaboran procedimientos para modificarlo.
Para Ausubel, la diferencia entre la psicología y la psicología de la educación radica en que la primera se ocupa del estudio de las leyes generales del psiquismo humano que rigen el aprendizaje escolar y la psicología de la educación se configura como una disciplina científica diferente, al mismo tiempo de la psicología y de la pedagogía.
Lo que caracteriza a la psicología de la educación no es la naturaleza del conocimiento que meneja, sino el hecho de aplicarlo a los fenómenos educativos.
Los extremos que representan los dos grandes grupos de concepciones precedentes, encontramos las propuestas que conciben la psicología de la educación como una disciplina puente entre la psicología y la educación, con un objeto de estudio, unos métodos y unos macos teóricos y conceptuales propios.
Por otra parte la psicología de la instrucción participa de las características de las llamadas ciencias del diseño o disciplinas tecnológicas y no se limitan a describir y explicar su objeto de estudio, sino que además elaboran procedimientos para modificarlo.
Para Ausubel, la diferencia entre la psicología y la psicología de la educación radica en que la primera se ocupa del estudio de las leyes generales del psiquismo humano que rigen el aprendizaje escolar y la psicología de la educación se configura como una disciplina científica diferente, al mismo tiempo de la psicología y de la pedagogía.